Investigadores del Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, junto con investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Upsala (Suecia), publican en el último número de la revista “Geology Today”, un estudio de cómo cambió a Lanzarote la erupción de Timanfaya, propiciando una revolución agrícola, que permitió a la isla doblar su población en 40 años. Un modelo que sugieren exportar a más zonas áridas.
Entre los firmantes del artículo figura Juan Carlos Carracedo, miembro de la división GEOVOL del i-UNAT, uno de los vulcanólogos de referencia en Canarias desde hace cuatro décadas, que señala: “En un mundo con temperaturas al alza, cambios en los patrones de lluvias y muchos acuíferos subterráneos agotados en zonas áridas del planeta, va a ser un desafío creciente cultivar suficiente comida para alimentar a la población. Y podría ser una inmensa ayuda aplicar técnicas que reducen la necesidad de riego, como el enarenado con materiales similares al picón“.
Los firmantes de este trabajo sugieren exportar esta centenaria técnica canaria para ayudar a cultivar otros lugares del mundo tan áridos como Lanzarote donde, sin la ayuda de la escoria volcánica (ya copiadas por algunos productos de jardinería), llevaría “miles de años” que sus suelos se convirtieran en fértiles
[Fuente de la noticia, Efeverde]
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